Nunca voy a superar el cásting. Nunca voy a poder internacionalizar mi proyecto. Nunca voy a poder exponer mis fotografías. Nunca voy a quedar el primero en la maratón de media distancia. ¿Frases de este tipo te son familiares? Observa cuántas veces utilizas la palabra “nunca” cuando hablas de tus proyectos y de tus sueños. Si te descubres incluyéndola en alguna de tus frases, has de saber -si no la sabes ya- que es la manera más sencilla para bloquearte el camino. “Nunca” te conduce a no dar pasos hacia tus sueños. Si no te preparas el cásting, si no contactas con empresas de otros países, si no envías tu book a galerías, si no mejoras tu técnica cuando corres, seguro que nunca lo vas a conseguir. Pero, si das estos pasos hacia tus sueños, las probabilidades para conseguirlo aumentan. Recuerda que un sueño es un reto en acción.
Como ya sabes, para conseguir tus retos, una parte depende de ti (del tiempo que le dediques, de las acciones que emprendas, etc.) y otra, quizá, de tu entorno. Por eso, si en lugar de “nunca” utilizas la palabra “todavía”, ¿qué tal te sientes? Prueba a decir la frase en voz alta y observa las sensaciones en tu cuerpo, en tu voz, en tu corazón. ¿Son las mismas o ha cambiado algo? Y, si sustituyes la palabra “todavía” por la de “pronto”. ¿Percibes algún cambio en ti?
Mientras que “nunca” es una palabra con connotaciones de escasez, las palabras “todavía” y “pronto” abren la puerta de la posibilidad. Cuando algo es posible significa que es realizable. Por lo tanto, invertirás tiempo y realizarás acciones que cada día te van a acercar un paso más a tu reto. ¿Cómo formulas ahora tu reto?
Coach y Comunicadora
(articulista, conferenciante, locutora)
CEO y Fundadora de Conexión Libélula